La visita de la organización benéfica cristiana CERT en el otoño de 2022 ha sido una excelente oportunidad para mirar hacia atrás. Después de todo, los emocionantes orígenes de la colaboración entre esta organización y nuestro Director General Saulo Gamarra tienen antecedentes de larga data.
Cómo empezó todo
Hace casi dos décadas, cuando los servicios odontológicos que se brindaban eran puramente comerciales, Saulo Gamarra recibía muchos pacientes sin posibilidades de costear un tratamiento odontológico en su consultorio. La compasión se apoderó de él, haciendo que los tratamientos fueran gratuitos y a veces a un precio mínimo. Había un misionero cristiano con su familia quienes eran sus pacientes y le hablaba mucho de servir a los pobres. En cada cita, con cada uno de ellos, Saulo Gamarra aprendió que en la vida hay retos más grandes que solo ganar dinero.
En el invierno de Perú en 2006, Saulo Gamarra fue invitado a ser parte de un viaje misionero en el Amazonas. La organización que habitualmente lleva a cabo estas actividades se llama Christian Emergency Relief Team – CERT con sede en Crossville, Tennessee, EE.UU. El, llegó a la selva de Puerto Maldonado y luego a un lugar remoto en la zona más profunda de la Amazonía peruana. Allí aprendió sobre la naturaleza del trabajo humanitario a través del servicio de salud. Fue un viaje impresionante e inolvidable.
Conociendo nuevas perspectivas
Hace mucho tiempo, una familia de misioneros cristianos de los EE. UU. quienes administran un orfanato llegaron a la oficina con problemas de salud bucal. Mientras Saulo Gamarra hacía los tratamientos requeridos, las conversaciones sobre las misiones se hacían cada vez más frecuentes. Aprendió que la mejor manera de vivir es compartir lo que tenemos con otros que lo necesitan, brindando ayuda desinteresada y contribuyendo así a su bienestar y calidad de vida.
Finalmente, el grupo le habló sobre la posibilidad de involucrarse en una misión a cargo de CERT. Esta fundación cristiana organiza y dirige equipos misioneros médico-odontológicos de corta duración en países de bajos ingresos. Como organización de servicio y asistencia, apoyan a poblaciones que ya están haciendo buenas obras en sus comunidades. Este modelo ha forjado algunas alianzas sólidas, brindando oportunidades para establecer y ayudar a financiar programas de medios de vida para los más necesitados.
La condición de salud como marcador de pobreza
A pesar de los esfuerzos para combatir las malas condiciones de salud en Perú, las desigualdades persisten. A las personas de hogares con un nivel socioeconómico más bajo les va peor en una variedad de indicadores de salud que a sus contrapartes en grupos socioeconómicos más altos. Son más propensos a tener enfermedades transmisibles o crónicas. Además, es menos probable que visiten al médico para que al menos puedan evitar que la enfermedad potencial empeore.
El entorno socioeconómico se considera como parte de un proceso causal complejo que vincula factores relacionados con el lugar donde nació, creció, vive y trabaja. Las condiciones de salud de una persona también se ven afectadas por factores nacionales como la distribución del dinero, el poder y los recursos.
La pobreza ejerce una influencia desfavorable sobre la salud en comunidades latinoamericanas vulnerables, demostrando la necesidad de una intervención efectiva en el entorno social.
El Voluntariado
El voluntariado médico y dental en general suele ser organizado por centros médicos académicos o no académicos, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y grupos religiosos o comunitarios. El modelo más común de voluntariado médico implica atención clínica a corto plazo. Actualmente hay una expansión del sistema de voluntariado, por lo que Con Corazón está atento a reclutar personas que quieran colaborar con nosotros con la misma o similar visión.
El voluntariado puede hacer valiosas contribuciones a la salud global al tiempo que mejora la perspectiva profesional y el enriquecimiento personal de quienes realizan el trabajo.
Un Viaje a la Amazonía del Perú.
Fue la primera experiencia de Saulo Gamarra con misioneros extranjeros. La misión: Servir y brindar atención médica y odontológica a las poblaciones más remotas de la Amazonía Peruana. El destino: Yomibato and Tayakome, que son tribus amazónicas ubicadas a cuatro días de navegación contra la corriente del río Madre de Dios.
Tras aterrizar en la ciudad amazónica de Puerto Maldonado, al Este de la ciudad del Cusco [https://www.peru.travel/es/destinos/cusco ], se abordó una lancha de madera con motor fuera de borda y techo de plástico azul, con capacidad para diez personas. Un líder, médicos, dentistas, enfermeras y otros voluntarios abordaron el bote, listos para una nueva aventura. En esta primera etapa el río es grande y los participantes notaron que el bote se movía lentamente al ir contra el cauce. Durante la travesía, mientras el viento refresca los rostros, se puede ver el cielo azul y, a ambos lados, grandes árboles verdes y frondosos. Cuando llegó el momento de tomar un descanso para estirar las piernas y de paso orinar, bajamos del bote a una playa de arena, sintiendo rápidamente que la temperatura subía y que los mosquitos y los insectos se hacían cada vez más notorios. Regresaron al bote y una vez en movimiento, la brisa y las gotas de agua refrescaron nuestros rostros mientras nos dirigíamos hacia nuestro lejano destino, en un cálido invierno selvático.
El capitán del barco también se encargó de preparar la comida mientras avanzábamos. Un paquete de galletas saladas, una lata de atún con limón era el menú diario. Cuando por fin, después de cuatro días de viaje, llegaron a Yomibato. El paisaje era el mismo desde el principio y por un pequeño claro a la orilla del río entramos por unas gradas de barro y arena hacia la tribu. Un camino angosto y bien señalizado nos condujo a la escuela donde dejamos nuestras pertenencias. Por primera vez, los sonidos que emanaban de la naturaleza verde y tupida eran nuevos y misteriosos. Mientras tanto, algunas mujeres de la tribu preparaban algo. Saulo puede ver que envuelven un enorme pez en hojas gigantes de una planta llamada Bijao. Luego de casi cinco horas de cocción lenta a base de cenizas humeantes, todos pudieron disfrutar del delicioso olor y sabor de este platillo llamado Patarasca acompañado de yucas. Cada bocado fue inolvidable, una sensación indescriptible.
Actividades clínicas
Al día siguiente de su llegada, vieron a decenas de personas esperando junto a la escuela, que el grupo utilizaba como centro médico. Desde niños hasta adultos mayores que iban a ver a un médico por primera vez en su vida. Todo el equipo estaba preparado para trabajar atendiendo a los vecinos que básicamente no tienen acceso a la salud. Tenían traductores de la lengua machiguenga, que son vecinos de la zona y también hablan español. Había mucha gente y felizmente los participantes trajeron una gran cantidad de medicamentos y muchas ganas de ayudar. La motivación estaba garantizada, debido a la alegría y el carácter agradecido de nuestros pacientes.
La farmacia siempre está llena de pacientes que esperan recibir los medicamentos que recetan los médicos, dentistas y enfermeras permanentemente ocupadas, en un clima húmedo con una temperatura de 40 grados centígrados. Además de los pequeños ventiladores a batería, cada brisa que rozaba nuestros cuerpos era muy apreciada, manteniéndolos de alguna manera frescos en la selva peruana. La interacción con los traductores y los pacientes fue una experiencia única, haciendo cada momento aún más especial. Esta experiencia personal de Saulo Gamarra fue el inicio de su labor humanitaria.
Visita desde el extranjero
En agosto de 2022, un equipo de doce personas llegó a Cusco desde los EE. UU. Junto con el líder, había un equipo de trabajadores de la salud quienes estaban listos para ayudar en un entorno diferente. Decidieron salir de sus zonas de confort y trabajar con nosotros en áreas remotas. También, personas sin antecedentes de trabajos relacionadas con la salud, nos ayudaron a repartir medicamentos, grabar videos de nuestras actividades e incluso limpiar durante y al final del día. Los pacientes fueron conducidos al médico, quien estaba esperando en su escritorio listo para escuchar la historia de la enfermedad del paciente. Los odontólogos, debido a la situación de salud bucodental de sus pacientes, tenían que realizar muchas extracciones. Cada prestador de salud contó con un traductor del quechua al inglés. Los días fueron intensos y desafiantes ya que las enfermedades eran únicas y de gravedad avanzada. Había una anciana que tenía un hombro dislocado desde hacía más de 15 años. Ella pidió ayuda, pero no teníamos los medios para hacerlo. Casos como este pasan a diario y solo nos queda darles un abrazo.
Al finalizar la campaña, tuvimos una reunión con todo el equipo de Estados Unidos y Perú. Estamos muy satisfechos con la cantidad de personas a las que pudimos llegar y el impacto y la reputación de Con Corazón en la zona es mayor. Nuestro trabajo cada vez llega a más poblaciones gracias a la colaboración de los voluntarios.
La experiencia de ambas organizaciones hace que el trabajo humanitario sea aún más profesional y eficaz. Esta sinergia permitirá un mayor impacto en las poblaciones a las que servimos, además de crear nuevas historias para que sean contadas por nuestros voluntarios.
Febrero 2023